viernes, 21 de octubre de 2011

Escuela de Instrucción Rotaria, 17 octubre de 2011



Año 10 - Clase 2 - SATO (corresponde al 17 de octubre de 2011) -

Octubre Rotary lo dedica a SATO (Servicio a través de la ocupación). Para esta clase hemos resumido las palabras del ex-Presidente de Rotary Rajendra K. Saboo pronunciadas en la Asamblea Internacional de febrero 2010 del presidente electo John Kenny.
Al meditar sobre el tema, me embargó una duda: ¿hemos abandonado esta Avenida de Servicio? A menudo me he topado con rotarios que llaman el Servicio a través de la Ocupación servicio de “Vacación” o “en Ocasión”. Soy testigo de la menor importancia que se le adjudica en el ámbito del club e incluso distrital… y los rotarios a quienes se ha asignado esta tarea, son con frecuencia menos activos.
Sin referirme a los programas y proyectos que funcionan en esta Avenida, deseo exponer la siguiente situación. Si prestamos atención, nos percatamos de que el Servicio a través de la Ocupación se relaciona con la primera frase del segundo Objetivo de Rotary: “La observancia de elevadas normas de ética en las actividades profesionales y empresariales”.
A principios del siglo pasado, cuando Rotary inició su labor, los magnates empresariales y comerciales proclamaban: “Los negocios son negocios y el público tendrá que aceptarlo”. Un desenfrenado egocentrismo plagaba la sociedad y las prácticas comerciales se dirigían a la consecución de poder y riqueza. En un panorama tan miope y mezquino, Rotary no vaciló en abordar con valentía y convicción el delicado tema de la ética. En 1910, durante la primera Convención de Rotary en Chicago, Arthur Sheldon, conocido como el padre del Servicio a través de la Ocupación, expresó: “La actividad comercial es la ciencia para servir a la humanidad” y “Se beneficia más quien mejor sirve”.
Cuánta sabiduría encierran estas palabras que aún mantienen su vigencia. ¿Estamos en tiempos distintos actualmente? Vemos cómo las grandes corporaciones se vuelven fantasmas, se desmoronan los valores de los accionistas y sucumben a la tentación los legisladores y prestadores de servicios que deberían actuar a favor de la sociedad. Y en tiempos más recientes, asistimos a la debacle de los grandes gigantes del sector financiero que, una y otra vez, arrastran al fondo a quienes han perdido dinero, trabajo, seguridad y la posibilidad de un futuro… Y la razón de fondo, la insaciabilidad de los individuos cazadores de ganancias. El juego de unos cuantos apostando el destino de los demás.
En ocasiones se me ha confrontado con la pregunta: “¿Qué es la ética?”, a estos les presento un ejercicio de reflexión sobre nuestras acciones, que consiste en la vieja pregunta: ¿cómo se sentirían ustedes en el lugar de la otra persona?
¿Actuaríamos de la misma manera si se publicara un reportaje sobre nuestras acciones en la primera plana de Wall Street Journal? ¿O en el periódico que leen nuestros amigos?
•¿Qué haríamos si nuestros hijos retomaran nuestro comportamiento?
• ¿Cambiaríamos de parecer si la persona afectada por nuestras transgresiones éticas fuera un ser querido?
• Y la pregunta más sencilla de todas: ¿qué pensaría nuestra madre?

La Prueba Cuádruple” mantiene completa vigencia en la actualidad.
Instemos a los clubes y socios a tomar conciencia de que no basta con promover concursos de ensayo sobre el tema en las escuelas, tampoco con enmarcar “La Prueba” y colgarla en nuestras oficinas. La prueba real consiste en saber el grado en que la aplicamos a nosotros mismos.

Rotary ha adoptado una profunda declaración: la “Declaración de normas que los rotarios deben observar en sus negocios y profesiones” y es imprescindible que todos la pongan en práctica. La gran mayoría de las personas están a favor de lo que es justo — de otra manera no habría tantas personas que pretenden tener sentido de la justicia. La diferencia radica en que hay quienes saben que hay un camino y hay quienes emprenden la marcha. El recorrido no es fácil. Pero los rotarios no son personas comunes. Sólo necesitan tener coraje y determinación para iniciar el recorrido. Recordemos que el conocimiento sin acción es tan inútil como la nieve en el horno.
Reviste importancia crucial tener la capacidad de influir en los demás a través de nuestros negocios y profesiones —es imprescindible— primeramente debemos mostrar un comportamiento ético para poder liderar con el ejemplo. Como dijo Gandhi: “Todo hombre es la suma de sus acciones”.
En una clase de geografía, un niño de mente inquisitiva le preguntó a su profesor: “Maestro, ¿cuánto pesa la Tierra?” El docente, tomado por sorpresa, le prometió responderle al siguiente día. Se fue a casa, consultó sus libros, y al día siguiente llegó a la clase con la respuesta: “La Tierra pesa mil millones de toneladas”. Con inocencia el niño preguntó otra vez: “¿Con o sin la gente?”
Esta breve anécdota me hizo reflexionar que, sin la gente, la pérdida de peso de la Tierra sería insignificante; sin embargo, en el caso de Rotary, su valor disminuiría drásticamente sin nuestro sistema de clasificaciones.

¿No deseamos restaurar la importancia de las clasificaciones? Mi clasificación es mi identidad en Rotary. Recordemos las palabras de Paul Harris: “Cada rotario constituye un eslabón entre el idealismo de Rotary y su propia ocupación o profesión”.
Las “cuatro” Avenidas de Servicio están dispuestas de manera que una enlaza con la otra. En su estructura organizativa, primero disponemos del Servicio en el Club, después el Servicio a través de la Ocupación, que es la base —el requisito— de afiliación. En consecuencia, Rotary está constituido por un grupo de personas con intereses comunes y profesiones distintas y cuando tales personas, con manos solidarias, gran corazón y mente abierta, se extienden en el servicio a su comunidad, la aceptación de Rotary por parte de la sociedad adquiere un sentido más profundo.
Si eliminamos el Servicio a través de la Ocupación, Rotary se reduce meramente a una organización de servicio a la comunidad. Y si anulamos la ética en el Servicio a través de la Ocupación, se destruye dicha Avenida. En el mundo abundan las organizaciones no gubernamentales dedicadas a causas humanitarias y aquellas que defienden cuestiones y valores éticos. No obstante, son muy escasas las entidades que se centran, por un lado, en los valores éticos de las profesiones y ocupaciones y, por el otro, en el servicio humanitario. Rotary tiene esta singularidad.
La palabra vocación se origina en el latín vocare, que significa “llamar”. La vocación mía y la de ustedes, nuestras ocupaciones, nos llaman a contribuir nuestro talento, compartir nuestros conocimientos y propagar la riqueza de los éxitos cosechados. En cierta ocasión le pregunté a mi guía espiritual: “Swamiji, ¿vale la pena el tiempo que dedico, los cargos que obtengo y los negocios que a veces debo sacrificar por Rotary?”; su respuesta fue sencilla: “Vale la pena, si te transforma en una mejor persona”....................

Rajendra Saboo (Presidente 1991/92de Rotary International)





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