En 1989, la Rotary International aprobó la admisión de
mujeres en los clubes del mundo entero y hoy en día son una parte integral del
cuadro social de Rotary.
Consideramos un privilegio que en Rotary, la mujer ocupe
puestos y cargos de responsabilidad y liderazgo.
Desde su concepción biológica y psicológica que la modela
exquisitamente para ser madre, esposa y cuidar y organizar las tareas del
hogar, se ha convertido en el soporte principal de la estructura familiar y
social. Su rol específico cinceló un protagonismo en la sociedad actual y hoy
como empresaria, profesional y dirigente, ha establecido un nuevo estilo de
liderazgo basado en la creatividad, la sensibilidad, los valores personales, la
confianza, la franqueza, y por sobre todo en un profundo conocimiento de la
problemática socio-cultural.
La capacitación permanente, la comprensión y un alto grado
de sensibilidad, son elementos que las mujeres han incorporado al estilo de
liderazgo que propone Rotary, juntamente con la comunicación, la tolerancia y
el respeto.
El liderazgo femenino se transforma en un protagonista
esencial para construir y afianzar los objetivos, en un mundo donde la
deshumanización está presente en casi todas las relaciones interpersonales, y
se hace imprescindible abrir nuevos horizontes de soluciones.
La mujer es cimiente de cultura y guardiana de los más
elementales valores humanos. En la opresión o en la propia negación de sus derechos
sociales, mantuvo siempre encendida en su interior esa sutil llama eterna
femenina, llena de amor y sabiduría, que va de madres a hijas más allá del
tiempo y el espacio.
En nuestra Institución, la mujer no ocupa espacios cedidos
por el hombre, todo lo contrario, genera su propio campo de acción, abarca
paulatinamente la geografía mística de la razón y el intelecto. Diseña y
ejecuta programas de acción y servicios comunitarios. Es la compañera ideal de
aquellos hombres capaces de medir su integridad, evaluando el resultado del
esfuerzo compartido.
Durante siglos las mujeres han permanecido calladas,
marginadas por la sociedad. Desde su silencio se alza, sin embargo, un canto
que celebra sus verdades. Son acaso el eco vibrante de las voces de sus abuelas,
y de sus madres antes que ellas…
En Rotary las voces femeninas hablan, nos transmiten
profundas reflexiones y nos mueven a la acción.
“Como agua fresca y cristalina, la palabra de la mujer y su
acción se derraman sobre la semilla impaciente del amor y la esperanza”.
Y ahora les dejo un plus para nuestras mujeres rotarias, las
damas de la rueda interna, nuestras mamás, nuestras hijas y nuestras amigas:
La mujer no quiere una mirada, quiere una sonrisa. Ella no
quiere compañía, quiere presencia. La mujer no quiere llanto, ella quiere
lágrimas. La mujer quiere, lo que es más sencillo otorgar. La mujer no busca
una mano, busca tacto. No busca momentos, espera acontecimientos. La mujer no
busca tu risa, espera tu alegría. Ofrece lo que siempre has podido dar. La
mujer no desea un cuerpo, desea un abrazo. No desea halagos, desea palabras. La
mujer no desea unos labios, desea un beso. No desea ser persona, desea ser
mujer. La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo. La mujer no espera
pasión, espera romance. No espera sexo, espera amor. La mujer no espera
belleza, espera que la hagan sentir bella. La mujer es mujer, no la trates como
a un hombre. La mujer es mujer: no es física, es sentimental. La mujer no es
cuerpo, es corazón. La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te
traten. La mujer no es para poseer, es para admirar. La mujer no es para
convencer, es para amar. La mujer no es para conocer, es para entender. No es
lo que tú crees, ella es mucho más. La mujer no es un rostro, es un todo. La
mujer no es difícil, es misteriosa. La mujer no es tacto, es caricia. Ella no
es la espina, es la rosa...
MAURICIO BARBIANI
Comité de RRPP
Rotary Club Venado Tuerto Cincuentenario
Colón 945
Venado Tuerto (S.Fe)
D4940 – ARGENTINA
email: rotary50@rotary.com.ar
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